La investigación forma parte del proyecto GAMA, el mayor sondeo conjunto en múltiples longitudes de onda hecho hasta ahora.
El universo se apaga; se está enfriando, sin prisa, pero sin pausa. Así lo afirma un grupo de astrónomos que ha examinado más de 200.000 galaxias y ha presentado sus conclusiones ante la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional. Según la investigación, la energía actual de las estrellas representa la mitad de la energía que emitían hace 2.000 millones de años y que este proceso parece imparable y definitivo. Nuestro universo se muere lentamente.
Los astrónomos han medido la energía generada dentro de una considerable zona del espacio con una precisión jamás vista, midiendo individualmente las emisiones de energía de cada galaxia en 21 longitudes de onda. Es sin duda la evaluación más completa de la emisión de energía del universo cercano de la que tenemos constancia y ha revelado que esta reducción se produce en todas las longitudes de onda, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo lejano.
El estudio aporta observaciones de la mayoría de los telescopios más formidables del mundo (VISTA, VST, SDSS, AAT, GALEX, WISE o Herschel) del ESO, de la NASA o de la ESA: “Utilizamos todas las instalaciones terrestres y espaciales a nuestro alcance para medir la emisión de energía de esas más de 200.000 galaxias en cuantas longitudes de onda nos fue posible”, explica Simon Driver líder del proyecto GAMA (Galaxy And Mass Assembly) que coordina la investigación.
GAMA tiene como objetivo crear un mapa de la energía generada dentro de un gran volumen de espacio tanto en la actualidad como en distintos momentos del pasado desde la explosión del Big Bang. Los astrónomos esperan ampliar este trabajo con el fin de modelar un mapa de la producción de energía a lo largo de toda la historia del Universo.
“De aquí en adelante, el universo irá decayendo, envejeciendo lentamente. Básicamente, el universo se ha sentado en el sofá, se ha tapado con una manta y está a punto de dar una cabezada para echarse una siesta eterna”, aclara Driver.
El universo se apaga; se está enfriando, sin prisa, pero sin pausa. Así lo afirma un grupo de astrónomos que ha examinado más de 200.000 galaxias y ha presentado sus conclusiones ante la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional. Según la investigación, la energía actual de las estrellas representa la mitad de la energía que emitían hace 2.000 millones de años y que este proceso parece imparable y definitivo. Nuestro universo se muere lentamente.
Los astrónomos han medido la energía generada dentro de una considerable zona del espacio con una precisión jamás vista, midiendo individualmente las emisiones de energía de cada galaxia en 21 longitudes de onda. Es sin duda la evaluación más completa de la emisión de energía del universo cercano de la que tenemos constancia y ha revelado que esta reducción se produce en todas las longitudes de onda, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo lejano.
El estudio aporta observaciones de la mayoría de los telescopios más formidables del mundo (VISTA, VST, SDSS, AAT, GALEX, WISE o Herschel) del ESO, de la NASA o de la ESA: “Utilizamos todas las instalaciones terrestres y espaciales a nuestro alcance para medir la emisión de energía de esas más de 200.000 galaxias en cuantas longitudes de onda nos fue posible”, explica Simon Driver líder del proyecto GAMA (Galaxy And Mass Assembly) que coordina la investigación.
GAMA tiene como objetivo crear un mapa de la energía generada dentro de un gran volumen de espacio tanto en la actualidad como en distintos momentos del pasado desde la explosión del Big Bang. Los astrónomos esperan ampliar este trabajo con el fin de modelar un mapa de la producción de energía a lo largo de toda la historia del Universo.
“De aquí en adelante, el universo irá decayendo, envejeciendo lentamente. Básicamente, el universo se ha sentado en el sofá, se ha tapado con una manta y está a punto de dar una cabezada para echarse una siesta eterna”, aclara Driver.
Fuente: Muy Interesante
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